Artista: Them Crooked Vultures
Sello: DGC/InterScope
Año: 2009
Mucho se ha hablado del término ‘supergrupo’ en el 2009. Si usted no sabe a qué se refiere esta palabra, le presento la mejor definición: “Them Crooked Vultures”. Sí, extraño nombre, pero como dice Sammy Haggard ” Cuando la banda es tan buena y tiene esa nómina, ¿que importa como la llames?” .
Los buitres torcidos vienen de una escuela de pioneros, creadores de sonidos que pasaron a la posteridad. Dave Grohl en la batería (Foo Fighters, Nirvana), John Paul Jones en el bajo y los teclados (Led Zeppelin) y Josh Homme en la guitarra (Queens Of The Stone Age), conforman el supergrupo del año, que debutó internacionalmente en Chicago en el marco del conocido festival Lollapalooza a la media noche del lunes 10 de agosto acompañado por Alain Johannes de Eleven en la guitarra y haciendo algunas voces.
Es difícil describir con detalle lo que este disco puede producir en unos oídos melómanos, solo se puede decir que es un viaje en el espacio-tiempo de la historia del rock and roll. Desde lo progresivo hasta el hard rock.
El primer track del disco es ‘No one loves me, Neither do I’ , que comienza con un beat de batería clásico acompañado de un campaneo al que se sobrepone una certera línea de bajo y el riff de guitarra; comunión perfecta de ejecuciones que posicionan este primer capitulo en un ambiente muy al estilo Zeppelin o Cream. La voz es una mimetización perfecta de un buen pasaje de Morphine. Una explosión guiada por la voz en el minuto 2:44 terminando en un punch de batería pesadísimo -y pasadísimo- recordando la influencia de Bonham en Grohl.
‘Mind eraser, no chaser’ es la muestra perfecta del stoner rock. Y aunque hay un solo de guitarra que quiere seguir su propio rumbo, entra la voz de Josh Homme liderando la conjunción de elementos. Juegos, efectos, alineamientos y desalineamientos entre guitarra y bajo, marcan un ritmo rápido, terminando con un aire circense que hacen de esta canción un posible segundo single, comercial y vanguardista, ideal para ser radiado.
‘New Fang’ fue la canción escogida para regalar como preview a los curiosos y oyentes desprevenidos, que en la primera sesión se convirtieron en fans inmediatos de la banda. Esto ocurrió antes de que los mismos TCV publicaran en su canal de youtube todo su trabajo a una semana del lanzamiento oficial –realizado el 17 de noviembre para USA- dejando a todo el mundo antojado con un video realizado por el director Paul Minor, quién también dirigió videos de Muse y de QOSE.
Un sonido místico con tintes árabes hace de ‘Dead End Friends’ un paseo por diferentes compases y ráfagas de batería con un estilo totalmente Grohl que le abona el camino a los solos de guitarra Homme.
El disco continúa con ‘Elephants’. Este paquidermo llega con su paso lento y pesado y en un abrir y cerrar de ojos toma un rápido ritmo en una muestra de virtuosismo y precisión, yendo y viniendo con una formula casi hipnótica.
John Paul Jones demuestra su versatilidad en ‘Scumb Bag Blues’ haciendo en los teclados algunos pasajes atmosféricos y bases de funk, realizando notorias líneas de bajo.
Punteos básicos pero muy limpios y una voz tranquila le dan a ‘Bandoliers’ el tono perfecto para que las guitarras rítmicas se vuelvan protagonistas.
‘Reptiles’ e ‘Interlude With Ludes’ son canciones que inmediatamente llaman la atención en esta orgía de virtuosismo. Marchas progresivas que suenan a Led Zeppelin, La primera con voces que saltan entre Robert Plant y Scott Weiland. -Si extraño, pero cierto-. Y la segunda con coros que le dan un tinte oscuro y místico, induciendo a un estado psicodélico total.
En ‘Warsaw Or The First Breath You Take After You Give Up’ cuenta con coros, voces y teclados setenteros que recuerdan algunos pasajes de The Beatles o The Doors.
En ‘Caligulove‘ exploran con la mandolina y la percusión, como panderetas y maracas, retomando los teclados con un dejo lejano de Iron Butterfly. Curioso detalle el de la risa de Homme en los últimos segundos de la canción.
‘Gunman‘ es un viaje por la saturación de teclados y efectos en las voces, con marcados efectos en las guitarras y sincronización de instrumentos.
Un piano clásico le da entrada a ‘Spinning in Daffodils‘, al cual se va sobreponiendo la suciedad de la guitarra, insertando elementos experimentales que encajan perfectamente en el sonido que marca este trabajo.
Este disco tiene una producción impecable. Y la invitación es a que lo comprueben jugando con la ecualización de sus reproductores, pues todas las líneas que conforman cada canción son de una calidad que podría rivalizar con las mejores ejecuciones de cada uno de los integrantes del grupo
Estamos ante una obra cúspide que resume el trabajo de estos monstruos de la música. Y lo mejor: este solo es el principio!
Track list:
1. No One Loves Me & Neither Do I
2. Mind Eraser, No Chaser
3. New Fang
4. Dead End Friends
5. Elephants
6. Scumbag Blues
7. Bandoliers
8. Reptiles
9. Interlude with Ludes
10. Warsaw Or The First Breath You Take After You Give Up
11. Caligulove
12. Gunman
13. Spinning in Daffodils
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